martes, 10 de noviembre de 2009

5 DE NOVIEMBRE


En este otoño tardío, de mi árbol robusto, una hoja de puntas verdes, ocres y amarillas se ha desprendido. Bailando con el aire, jugando con el destino, se ha dejado caer lentamente hasta alcanzar un lugar lejano de su sitio. El contacto al suelo ha dolido y en la rama deja un gran vacío.