AMELIANO

Esta palabra derivada del personaje Amélie, podría ser utilizada como un nuevo adjetivo para caracterizar una serie de hechos causados por el azar, que en parte es también causado, o para resaltar la particular manera de actuar o de ver el mundo que tiene una persona, dentro de lo que entraña dicho personaje, claro está.

La película Le fabuleux déstin d'Amélie Poulain supuso para muchas personas (entre las que me incluyo), tropezar con ese pequeño espíritu soñador que se va escondiendo conforme pasan los años, es por ello que de vez en cuando mantengo un reencuentro con los personajes de Jean Pierre Jeunet.

También he hecho de su banda sonora parte de mi banda cotidiana, algo que recomiendo si algunos no habéis puesto aún una banda sonora en vuestra vida, claro que eso también depende de las etapas que atraviese cada uno. Así que, sin más, aquí tenéis una muestra:
http://www.youtube.com/watch?v=BwWtJC4Jg8k

EL CAMBIO

Parece que han llegado las fechas en las que los medios de comunicación inciden más sobre las noticias de origen medioambiental, sacándonos un poco de los rutinarios acontecimientos deportivos, políticos y sociales, vuelven a cuestas con el cambio climático, y no es para menos cuando se cumple el 2º aniversario del Protocolo de Kioto.

No es que no quiera mirar de frente la realidad y que no me asusten todas esas predicciones y esos fundamentos que tanto prestigiosos científicos como los que han sido desprestigiados y luego otra vez prestigiosos, han venido anunciando desde hace unas cuantas décadas. Pero atraversar mi ciudad a las 15.15 h esta semana de mediados del mes de febrero y percatarme por un termómetro, que hace 17ºC de temperatura, me asusta y me preocupa, cuando lo acostumbrado de esta época sean entre 5º y 8ºC. Pienso a menudo qué es lo que vamos a dejar a los que vienen detrás, no es nada excepcional, pero el planeta que va heredar nuestra gente menuda me inquieta, más allá de si este año habrá restricciones de agua o que parte de las cosechas se pierdan por esta meteorología que parece caprichosa.

Esperaré atentamente las sorpresas que nos depararán los investigadores con las nuevas biotecnologías, esperaré las nieves y las lluvias, las tardes frescas de julio y los días calurosos de agosto, e intentaré seguir poniendo de mi parte para que el clima no cambie tanto. Aunque desde siempre haya existido el cambio.

EL SUPERVIVIENTE

Aquí donde lo ven, este conejo es un superviviente. El resto de su familia pereció debido a la mixomatosis, y a pesar de haber estado expuesto, ha sobrevivido. El pasado año, campaban a sus anchas dos gazapines blancos (los cuales desparecieron misteriosamente, no sabemos si víctimas de algún depredador humano o animal) y otros cinco conejos pardos como él. Sus cuatro compañeros de césped fueron apareciendo enfermos uno a uno durante el verano, murieron enseguida.

En principio está sólo, no estoy segura que pueda verse acompañado en poco tiempo. Aunque hay quién asegura haber visto una cría por ahí, pero puede darse que sea nuestro superviviente mirado con distintos ojos en instantes diferentes. De momento no sale demasiado, siempre se queda entre el sauce y unos setos, donde le es fácil protegerse y no demasiado difícil camuflarse, así que esta foto está tomada de un poco lejos.

Estos son algunos de los habitantes curiosos que merodean las mañanas rutinarias y que, de cuando en cuando, se dejan vigilar con sus instintivos, rápidos y pausados movimientos.

UN ACUERDO

Reunión de tórtolas turcas todas las mañanas sobre este sauce desnudo por el invierno. Llegan puntuales, y permanecen quietas al balanceo ligero de la tristeza que esta estación inspira. Cuando el cielo deja escapar un rayo de sol, salen alborotadas y no vuelven hasta la mañana siguiente. Pueblan este sauce durante el frío.

Tengo la impresión de que mantienen algún tipo de acuerdo con él, sólo se ausentan los días de lluvia, cuando el árbol permanece más solitario, y es visitado ocasionalmente por alguna urraca. Supongo que con la llegada de la primavera y el brote de sus hojas, este sauce no necesitará del abrigo de estas aves, pues su aspecto dejará de ser gris.