Missi apareció en mi camino hace ya tres años, me enseñó sus calcetines blancos y su trufita rosa, me miró con ojos gatunos y me dijo miau repetidas veces. No tardaría muchos meses más en instalarse en mi vida. Sin embargo, ha tenido que pasar todo este tiempo, con mucho ajetreo de por medio para que mi felina mascota me sorprenda. La otra noche se dió la vuelta, mostrándome la mancha blanca que hace juego con sus calcetines, se quedó tranquila esperando que yo acariciara su peluda y suave panzita. Pues ella es más bien esquiva, arrisca con elegancia y tímida, más que desconfiada.
La imagen es de un libro que se llama "Gato saliendo de uan bolsa y otras observaciones". Unos inesperados reyes magos me lo trajeron del lejano oriente. Ya me han dicho, que este libro ya ha sido mencionado en otro blog amante de los gatos.
3 comentarios:
Missi es mala y huraña.
Que no, que no, que me trajo un pajarito el otro día...sólo es una gata...por lo menos no es violenta.
Los gatos siempre hacen compañía y son muy suyos. Yo soy mas de perros pero en Toronto tuve dos gatos y me sorprendió qué inteligentes y qué raros eran...
Gracias por seguir colgando posts de Manza. Besotes, M.
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