A las dos de la tarde lucía un sol espléndido sobre la ciudad mientras el recuerdo de un paisaje blanco se va derritiendo. Primavera hace su estelar aparición e Invierno fluye a bajo caudal. En ese momento, a punto de realizar mi zambullido diario, el calor generado en el ambiente, con aires asfixiantes, hace que la superficie del agua desprenda un olor que difiere de su aroma habitual. Por un instante el verano se ha asomado a mi memoria olfativa en forma de fragancia, recordándome que él es el siguiente.
jueves, 22 de marzo de 2007
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1 comentario:
Mi zambullido diario remite a ablución.
Ablución a su vez remite a... RELIGIÓN?
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